viernes, 30 de abril de 2010

Reyes

Mis perritos son reyes…
Yo sé, pues me han dicho, que ellos quieren ser yo de vez en cuando... Y yo quiero ser ellos.
Así, me despojo de mis ropas y envuelvo a Purri o a Taz o a Tango con ellas y lo siento en mi silla de la PC para que chatée un rato con mis amigos y escriban barbaries que luego tendré que resolver. ¡A veces me han metido en cada lío!
Mientras tanto disloco mis rodillas para poder poner los pies, o patas ya, hacia adentro. Así no quedaría mi espalda en posición tan incómoda, sino paralela al suelo. Y salgo al garaje a cagar donde quiera y mear los cauchos de mis carros viejos.
De vez en cuando pasa un anciano o señora evangelizadora y me miran con horror... Imagino que por cómo les ladro, sin collar ni anti-pulgas y temen al tifus.
Luego me echo en el rincón bajo el calentador de agua, pues ahí es más calentito, y apoyo mi cabeza contra la pared para que pueda ver sin rollo hacia la puerta... soñando que soy perro y puedo chatear con mis amigos.

miércoles, 20 de enero de 2010

Autocensura

Censura mis ojos por mirarte lascivamente.
Censura mis manos por querer recorrer tu piel.
Censura mi garganta por querer gritar cuánto te deseo.
Censura mis labios por querer besar los tuyos.
Censura mis dedos por querer entrar cuando no los invitan.
Censura mi lengua por querer lamer tu vulva.
Censura mi mente por imaginarte desnuda.
Censura mis huesos por doler cuando te alejas.
Censura mi nariz por querer oler tu cabello.
Censura mis pies por querer correr a tu lado.
Censura mi pene por querer deslizarse dentro de tu vagina.
Censura mis dientes por querer morder tus senos.
Censura mis uñas por querer saborear tu sangre.
Censura mis oídos por querer escuchar tus gemidos.
Censura mis brazos por querer abrazarte.
Censura mi pecho por aguantar mi corazón.
Censura mis rodillas por querer arrastrarme hacia ti.