lunes, 11 de septiembre de 2023

On the Rocks

La rigidez de su cotidianidad le estaba pasando factura a don Juan Fleming.


Sentía las puntas de los dedos ya arrugados, sentía que las rocas se clavaban dolorosamente en las nalgas y las piernas, sentía la imperiosa necesidad de levantarse del agua tibia que brotaba de la tierra calentada por el volcán que otrora le sorprendía por su magnificencia, pero que ahora, luego de apenas unos minutos, sentía que le hacía perder el tiempo. Sentía que había algo que hacer, sentía que el whisky que reposaba tenso en su mano no tenía el gusto que tuvo en su juventud; peleaba intensamente con la necesidad de tomárselo de un trago, levantarse y revisar su teléfono por si le habían avisado de la resolución del juzgado.


El agua burbujeante le acariciaba la espalda, indiferente. Al río le daba lo mismo si se sentaba un Presidente, un ingeniero o un peón; seguiría su camino inmutado.


“¿Esto es lo que me toca?”, pensaba mientras el licor se deslizaba entre los dientes y el desabrido Tocayo Caminante le calentaba su garganta con otro trago. “¿Qué nos mueve? ¿Qué nos motiva?”, pensaba amargamente. Luego de muchos años recordó lo que lo llevó a estudiar derecho en primer lugar: la Pablita. La Pabla Carrasquel.


Por amor las personas mueren y asesinan. Por odio olvidan, desprecian y traicionan. Por poder blasfeman, engañan y se humillan. Por sus ideales se sacrifican y obligan a otros a clavarse en la cruz. Por sexo… Por sexo pasa todo. Sexo… Sí, definitivamente es el sexo. Calor, sudor, gemidos, fluidos variopintos, placer, que clame tu nombre con desbocada pasión. ¿Cómo podría eso no motivarnos?


“Hace una vida entera de eso”, resopló mientras el agua le entibiaba las piernas y el trago ásperamente le calentaba el pecho. Veía el vasito de plástico y pensó en el hielo derritiéndose en el escosés. Con una sonrisa se dió cuenta de que él era un escosés derritiéndose en el hielo. Pensó en escribirlo para no olvidarlo. Pensó en escribir para él, por una vez.


Sonrió nuevamente y tomó un trago del whisky más delicioso que había tomado en años.